SUIZA parte I por Victor

La semana paso rapido, y de vuelta estabamos en Bristol, a donde llegamos en los buenísimos trenes galeses, caros, para tomar el avion a Ginebra, Suiza, donde nos esperaba nuestro amigo Julio, aquel que cambio Villa Adelina por Lausanne, pero este es de los serios, de los suizos, que laburan, prometen y cumplen, como para compensar tantos argentinos que anda por el globo cagando gente.

En Suiza estuvimos dos dias en casa de Julio y Graciela, de descanso y vagancia total, hasta que el viernes nos fuimos a Sierre, en nuestra tercera visita a esta deliciosa villa alpina, en el valle del Rohn, para las clases y show del fin de semana.

El viaje fue en el auto de Eric, tanguero suizo organizador de nuestros cursos este ano. Las impecables autopistas, sin peajes, nos llevaron 100 km. a lo largo del valle del Rohn, teniendo a izquierda y derecha el telon de fondo impresionante de los Alpes, y en el fondo del valle, siempre el Rohn, el mismo que corre hacia Francia, donde se ensancha enormemente, pasa por Avignon ( en el puente de Avignon...) y muere en el mediterraneo.
Ademas, se disfruta de la vista del lago Leman, gigantesco y calmo, y de las deliciosas laderas cubiertas de vinedos, a punto de ser cosechadas, para elaborar los buenos vinos suizos. Como siempre, el fin de semana muy intenso, paso volando, con 12 horas de clase y un show el sabado, en la milonga. Hasta ahi llego Gianfranco, un "tassinois"-suizo de la parte italiana, simpatiquisimo que maneja el tango en Locarno, en la Suiza italiana, distante 250 km. de aqui, y que se vino hasta aqui solo para conocernos y posiblemente organizar clases de Aisha & Victor en Locarno en el 2009. Nos encanta esa posibilidad, de seguir explorando este increible pais. Y parece posible, a juzgar por los 500 km. que "el tano" ( raizes sicilianas) se manejo de ida y vuelta solo para vernos. Veremos, el muchacho nos parecio muy buna ona ( y buen baile!) y tengo buenos presentimientos para la proxima gira.

El domingo, una vez terminadas las clases, Pierre Oliver nos sorprendio en la cena con su impresionante raclette, o como se escriba, que es un queso caliente especial que incluye la ceremonia de la preparacion, muy artesanal. Una provoleta version ultra concheta, ja! Y para Aisha los escabios: Merlie y Williamine.
Pasado el fin de semana, empieza nuestro descanso. Alojados en la bella casa de Pierre Oliver y Francoise, otros de los cabezas del tango aqui, aprovechamos para hacer un poco de turismo. El lunes nos llevaron en su Jeep 4x4 a pasear por la alta montana, o sea a trepar los Alpes. Alli recorrimos una serie de encantadores pueblitos literalmente colgados de la montana, de casitas de chocolate, y mires donde mires, te sentis en medio de una postal. La belleza de Suiza no es sencilla de describir.
Terminamos en uno de esos paradisiacos lugares tomando un buen chocolate suizo caliente, y empezamos a descender la montana, por unos caminos increiblemente empinados, con curvas, contracurvas, lomas, etc. pero todo en un perfectisimo estado, bien senalizado, protegido con guarda rails, redes de acero para prevenir derrumbes, etc., todo a lo suizo. La proxima parada fue una bodega, que funciona en un viejo castillo, para degustar unos vinillos que nada tienen que envidiarle a los franceses. Y de alli de vuelta a casa, a la cena: Soufle de queso, con vino por supuesto. Al desayuno tambien hay quesos de todos los sabores y colores imaginables, Suiza es el pais de los quesos. Entonces, entre raqclette, soufle, desayunos de queso, picadas de queso, etc. yo me temi no poder sentarme en el bano por un mes, pero no, todo normal, o sea me parece que hay un poco de mito en eso.

El paseo a pie por el pueblo tambien tiene sus encantos, ya que todo es limpio, silencioso, agradable. Los suizos son moderados para todo. Laburan mucho, pero no se nota, todo parece fluir apaciblemente, sin stress ni corridas ni angustias. Al menos eso es lo que percibe un argentino que esta de paso.

Hemos visto el dispenser de periódicos en el centro del pueblo, donde pones una moneda para pagar el diario, pero el diario esta libre, o sea te lo podes llevar y no pagar nada, como obviamente haría cualquier argentino, y me incluyo. Pues no, todo el mundo pone los dos francos que corresponde. ( y si es domingo, cuatro) No hace falta control, el control esta adentro de cada uno. Creer o reventar.El paseo incluyo un breve recorrido por el cementerio, que es un bellisimo jardin con vistas a los Alpes, con tumbas moderadas ( no hay mausoleos, ni estatuas, ni edificios mortuorios), solo sepulturas de buen diseno, de materiales nobles, profusamente floridas, separadas por un pastito cortado como una alfombra, y todo transmite la misma sensacion de orden, tranquilidad y sosiego, pues por muy muertos que esten, siguen siendo suizos.

La buena vida en lo de Pierrol se cerro con una cena de spagheti – vino – quesos y nos vino a buscar nuestro próximo anfitrión: Piotr, arquitecto polaco asuizado que vive en un pueblito muy bello, a 15 minutos de auto de Sierre. Piotr, super tanguero, es el dorima de Ludka, que esta de paseo por Buenos Aires y para en…nuestra casa! Por lo que una mano lava la otra, e intercambiamos alojamientos.