Noapte Buna Bucuresti!

Y llegamos finalmente a este anus mundi exotico! El tren Viena/Bucuresti lleva 22 horas ( plus dos horas adicionales de mas, por el calor y otras yerbas), NO TIENE aire condicionado funcionando bien, ni EL BAR o alguna otra posibilidad de comprar agua durante todo el viaje! Camas para dormir se acabaron hace unas semanas, asi que era TODA UNA AVENTURA solamente para los misioneros de tango llegar a BUCARESTI! Menos mal que al final del camino ya nos esperaron nuestros anfitriones/organizadores Alina & Catalin, quienes ya conocemos de Buenos Aires. Nos tomamos una ducha rapida y con un apetito voraz devoramos ' la picadita rumana', entre la cual habia un FANTASTICO QUESO DE OVEJA CARPATIA ENVUELTO EN LA CORTEZA DEL ARBOL... el queso QUE NO SE PODIA PARAR DE COMER! Acompanado por un vinito chardonais de Rumania mas que respetable. De ahi a la milonga en el parque de Bucarest, muy parecido, pero mas chico, a nuestros bosques de Palermo, con laguito y botes de alquiler. Sigue resultando increible ver a la gente bailando tango con la musica de Tanturi-Castillo, o D'arienzo en un parque de Bucarest, a miles de kilometros de Buenos Aires. Bailamos un par de tangos con los rumanos, y volvimos a casa los cuatro, en el camino vimos la "Casa del Pueblo", locura ostentosa y grandilocuente de la arquitectura del poder en epocas del dictador Ceucescu, quien murio fusilado, como no podia ser de otra manera, cuando su gobierno dictatorial e impopular termino, junto a la Union Sovietica, hace ya 15 anos.

La cena fue en casa, con un cerdito al horno de puta madre, mas el consabido vinito del Carpato, y ahora, cansados y satisfechos, nos vamos a dormir pues manana temprano salimos para Cernavoda, a 200 Km. de aqui, a visitar a los amigos argentinos Humberto y Betty, quienes trabajan en la planta nuclear que se esta construyendo alli, e iremos juntos a la playa de Constanza, a orillas del Mar Negro.

Multumesc frumos a la vida por permitirnos estos privilegios!