RESPUESTA DE UN PAYADOR ARGENTINO
Sigue por Suecia la cosa,
abajo del mar del Norte,
una quebrada y un corte,
el gringo y su “mariposa”
Ella, tan diva y tan diosa
en brazos de su tanguero,
por florecidos senderos
de un verde casi salvaje,
yirando de viaje en viaje,
con pasaporte extranjero.
Con esmerada docencia
instruyen un mandamiento:
“el tango es un sentimiento
de lagrimón y de ausencia”.
Será esta vez, residencia,
la casa de un artesano
que fabrica con las manos
figuras de aristas finas
y su mujer, bailarina,
de corazón cotidiano.
Pa mitigar la congoja
y el laburete del día,
salmón en la galería
con vino tinto de Rioja;
si la nostalgia no afloja,
helado de mascarpone,
y lentos y barrigones
a disfrutarlo con creces,
que no se vive dos veces
y empujan los corazones.